Una tragedia estremecedora sacude a la capital del país: un niño de aproximadamente ocho años fue hallado sin vida luego de haber sido entregado por su madre como “garantía” por un préstamo de mil pesos. El caso, ocurrido en la zona conurbada de la Ciudad de México y el Estado de México, ha generado indignación, repudio social y exige una respuesta inmediata de las autoridades.
El inicio del horror
Según informes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la madre del menor, en una situación económica crítica, solicitó un préstamo informal por la cantidad de mil pesos. Incapaz de cubrir el monto, los prestamistas supuestamente le exigieron dejar a su hijo en resguardo hasta saldar la deuda, bajo la promesa de que estaría a salvo.
La madre, desesperada y sin alternativas, accedió. Sin embargo, al intentar recuperar a su hijo días después, los presuntos prestamistas se negaron a devolvérselo. La mujer acudió a las autoridades para denunciar la desaparición.
El hallazgo del cuerpo
El 5 de agosto, policías municipales acudieron a un domicilio en la colonia Ejidal El Pino, en Los Reyes La Paz, Estado de México —zona colindante con la Ciudad de México— tras una denuncia anónima. Al ingresar al inmueble, fueron recibidos por un fuerte olor fétido. En una de las habitaciones, dentro de un costal, se encontraba el cuerpo del menor en avanzado estado de descomposición.
Vecinos aseguraron haber escuchado gritos y golpes en días previos, pero nunca imaginaron la magnitud del crimen. Tres personas fueron detenidas en el lugar y están siendo investigadas por los delitos de privación ilegal de la libertad y homicidio.
Reacciones oficiales
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México y autoridades del Estado de México emitieron comunicados conjuntos lamentando el hecho y asegurando que no quedará impune. El caso ya ha sido atraído por la Fiscalía General de la República (FGR) para determinar responsabilidades y evaluar si hay redes de préstamo ilegal o trata de personas involucradas.
Martha Guerrero Sánchez, presidenta municipal de La Paz, declaró:
“Este crimen nos duele profundamente. No hay justificación alguna para que un niño sea usado como garantía de nada. Esto refleja una crisis de pobreza y desprotección social que no podemos seguir ignorando”.
Una práctica criminal y silenciosa
Organizaciones defensoras de los derechos de la infancia denunciaron que este tipo de prácticas, aunque infrecuentes, existen en comunidades marginadas donde la ley se impone débilmente y donde la desesperación lleva a las personas a aceptar condiciones inhumanas.
“Los niños no son propiedad, no son garantía, no son moneda de cambio. Esto no puede volver a pasar”, declaró la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Exigen justicia
Colectivos, vecinos y familiares del menor han convocado a una marcha silenciosa para el próximo viernes en la explanada del Palacio Municipal de La Paz. Buscan visibilizar el caso, exigir justicia y pedir protección urgente a menores en situación vulnerable.
Este crimen no solo refleja una falla legal, sino una deuda social con quienes menos tienen. La muerte de este niño es una tragedia evitable, y su historia clama por justicia, memoria y acción.